Voy a cumplir mi primer aniversario en Genbukan, mi primer año con mi primer y único Sensei, mi primer Dojo y mis primeros hermanos y hermanas. Se hace raro pensar como he vivido sin tener estos cuatro fundamentos. Tengo una edad ya, 38 apunto de 39 años, y pocas cosas pueden sorprenderme interiormente, descubrir nuevas sensaciones? descubrir nuevas inquietudes? descubrir que puedes esforzarte para ser un diferente yo? Sinceramente creia que era imposible.

Sensei es mi guía y mi espejo, aunque en realidad tengo muchos espejos en el Dojo, desde el que entra nuevo como yo, porque me reconozco en él, los grados mayores cualquiera que sea, que es donde quiero estar dentro de un tiempo, hasta Pep San, Rober San y Adrià San como meta para alcanzar.
Por supuesto el gran espejo es Sensei, no por solo sus enseñanzas, si no también por el cariño y respeto que nos transmite. Ayer al acabar la clase, pude notar su emoción, silenciada eso si, de la lucha que ha tenido que afrontar el último año, la cual ha conseguido una gran victoria, siguiendo en el camino del Soke, pero además nos comentó sus proyectos y su vista del futuro, no muy lejano. Profundamente ilusionador.

Si para mi ha sido toda una experiencia en solo un año, que debe ser para alguien que ha entrenado duro durante tantos años? No deben haber palabras para explicarlo, sé que soy un recién llegado, muchos hermanos y hermanas ya llevan mucho con Sensei, pero saber que todos formamos parte de su sueño y que gracias a él cumplimos el nuestro, és mágico. Reconozco nuestra arte marcial como un regalo reciproco, como una experiencia única en la que nos derrumbamos y Sensei no nos permite rendirnos, en la que sonreímos ante los avances hechos y nos concentramos para no cometer errores pasados. La huida no es una opción, el fracaso tampoco, siempre estamos en una evolución continua, nuestras debilidades desaparecen poco a poco, nuestra visión se amplia, nuestro cuerpo cambia, nuestros hábitos se transforman, nuestra percepción se agudiza….

Ahora que Sensei tiene que dirigirse al Soke, me encantaría que el Soke pudiera recibir nuestra voluntad y nuestra energía, que sepa que su camino se sigue tal como nuestro Sensei ha decidido seguir, aun teniendo que romper con uno de los fundamentos básicos de nuestra familia, el ha permanecido recto e inflexible, sin ganas de fuegos de artificio ni quimeras seccionarias; transmitirle que nuestro Sensei nos ha tornado así, no por su empeño si no por nuestra propia voluntad e interés por aprender y dejarnos guiar por él a ciegas totalmente, teniendo nuestro compromiso, lealtad y respeto, que es el mismo que nos transmite él a nosotros.
Un año hace ya, e incluso escribo diferente, es extraño como puede cambiar la vida en tan poco tiempo, Arigato Gozaimashita hermanos, hermanas, Pep San, Rober San, Adrià San, Sensei y sobretodo al Soke. He descubierto un universo nuevo, lo comparto con todos vosotros y vosotras y lo más gratificante és que no se puede pagar ni comprar, que creo que es lo más bonito que hay , solo hay tres cosas comparables con lo que vivo en el Dojo, el Amor, la Vida y la Familia, y todas ellas no tienen precio, me emociono en solo pensarlo.

Arigato Gozaimashita Sensei