Entreno físico y mental
Entreno físico y mental
En Genbukan España se complementa el examen estándar de cinturón negro (que consiste en la ejecución de las técnicas propias a este grado), con 2 pruebas adicionales:
- La ejecución de 1.000 Kihon, que consiste en 100 repeticiones de las 10 combinaciones básicas de bloqueo y contrataque.
- Una técnica al azar de cada uno de los 10 grados anteriores al cinturón negro.
Hoy, hablaremos del primer complemento: las 1.000 Kihon. Estas Kihon son parte de casi cada entrenamiento ya que es un buen ejercicio de calentamiento con unas 300-500 repeticiones. Kihon significa “base”. Representa los fundamentos del Taijutsu (técnicas de cuerpo). Trabajando regularmente la Kihon, se mejora y se mantiene estos fundamentos incluyendo: la corrección técnica de bloqueos y ataques, el Kamae (guardia), los desplazamientos, el timing (entre desplazamiento y bloqueos/ataques, y entre bloqueo y ataque). Técnicamente, siempre se puede mejorar algo. Durante algún entrenamiento en Japón, el Gran Maestro Shoto Tanemura (Soke) nos comento que hacía 1.000 Kihon, ¡cada día!
La primera respuesta sería para interiorizar las técnicas de manera que puedan “salir” instintivamente en una situación real. Con el estrés frente a un peligro se generan varias reacciones en el cuerpo que limitan el intelecto a favor del instinto, recurren a patrones de movimiento sencillos y automatizados en vez de técnicas complejas y creativas. Se crea a través de las repeticiones una memoria muscular de patrones de defensa + contrataque que ocurrirán espontáneamente cuando lo necesitemos. Es un método probado de aprendizaje físico (aprendizaje motor) que se emplea tanto en el mundo deportivo como en el ámbito militar (defensa personal, manipulación de armas, protocolos y maniobras de emergencias). Cada milisegundo, cada milímetro cuenta y puede hacer la diferencia entre ganar o perder.
Cuidado, la repetición permite interiorizar, pero solo ayudará a perfeccionar la técnica si entrena con consciencia, con la voluntad de pulir la técnica.
Luego, a partir de ciertas repeticiones y con ritmo sostenido, la Kihon resulta ser un buen ejercicio físico. Se trabaja:
- el cardio,
- la respiración,
- la elasticidad con las patadas o si se mantiene una posición baja de cuerpo,
- la propiocepción al centrarse en pulir la técnica (cambios de peso, mantener su centro, no bajar las manos al patear, etc.),
- la eficiencia física, sobre todo cuando el número de repeticiones es elevado ya que, para mantener una técnica correcta con el cansancio físico, se ahorran gestos y tensiones inútiles
Finalmente, es una buena practica para la mente. Primero por la concentración mantenida para pulir la técnica y visualizando la situación (el ataque recibido que defendemos y luego dónde contratacamos). Luego, con el cansancio físico y mental, podríamos considerar que uno entra en un estado meditativo para seguir con el ejercicio: no importa nada más que el bloqueo o contrataque que estamos ejecutando aquí y ahora. Parte de este “proceso meditativo” es también la conciencia y control del dialogo interior que se manifiesta cuando el cuerpo está cansado, en medio de una larga serie de repeticiones en bucle. A menudo los alumnos saltan algunas repeticiones para descansar, pero no porque son físicamente incapaces de mantener el ritmo sino más bien por hacerle caso a su “voz interna” que justifica de mil maneras que deberíamos descansar. Pero, en la mayoría de los casos, podríamos – físicamente – seguir sin problema. Nos auto limitamos. Este “espacio interno” en nuestra mente durante las 1.000 Kihon es un buen terreno de entrenamiento para la fortaleza mental. De hecho, igual que el espíritu de “defensa y ofensa”, estamos repitiendo patrones mentales, que también se van interiorizando y automatizando tal y cómo ocurre con las técnicas físicas.
Dicho esto, la Kihon sigue siendo solamente la base. Es esencial, pero no es más que los fundamentos sobre los cuales construimos nuestra condición física y mental, nuestras técnicas más avanzadas, para finalmente practicarlas con nuestros compañeros de entrenamiento o en ultima estancia, en una situación de defensa personal.
Como ves, practicar artes marciales tradicionales tiene muchos beneficios para tu vida. Pero no te quedes solo con las palabras, ven y compruébalo por ti mismo.
Te invitamos a que vengas a probar una clase gratuita en cualquiera de nuestros centros donde te recibiremos con los brazos abiertos y te enseñaremos todo lo que necesitas saber para empezar. No lo dudes más, ¡apúntate ya!
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En Genbukan España se complementa el examen estándar de cinturón negro (que consiste en la ejecución de las técnicas propias a este grado), con 2 pruebas adicionales:
- La ejecución de 1.000 Kihon, que consiste en 100 repeticiones de las 10 combinaciones básicas de bloqueo y contrataque.
- Una técnica al azar de cada uno de los 10 grados anteriores al cinturón negro.
Hoy, hablaremos del primer complemento: las 1.000 Kihon. Estas Kihon son parte de casi cada entrenamiento ya que es un buen ejercicio de calentamiento con unas 300-500 repeticiones. Kihon significa “base”. Representa los fundamentos del Taijutsu (técnicas de cuerpo). Trabajando regularmente la Kihon, se mejora y se mantiene estos fundamentos incluyendo: la corrección técnica de bloqueos y ataques, el Kamae (guardia), los desplazamientos, el timing (entre desplazamiento y bloqueos/ataques, y entre bloqueo y ataque). Técnicamente, siempre se puede mejorar algo. Durante algún entrenamiento en Japón, el Gran Maestro Shoto Tanemura (Soke) nos comento que hacía 1.000 Kihon, ¡cada día!
La primera respuesta sería para interiorizar las técnicas de manera que puedan “salir” instintivamente en una situación real. Con el estrés frente a un peligro se generan varias reacciones en el cuerpo que limitan el intelecto a favor del instinto, recurren a patrones de movimiento sencillos y automatizados en vez de técnicas complejas y creativas. Se crea a través de las repeticiones una memoria muscular de patrones de defensa + contrataque que ocurrirán espontáneamente cuando lo necesitemos. Es un método probado de aprendizaje físico (aprendizaje motor) que se emplea tanto en el mundo deportivo como en el ámbito militar (defensa personal, manipulación de armas, protocolos y maniobras de emergencias). Cada milisegundo, cada milímetro cuenta y puede hacer la diferencia entre ganar o perder.
Cuidado, la repetición permite interiorizar, pero solo ayudará a perfeccionar la técnica si entrena con consciencia, con la voluntad de pulir la técnica.
Luego, a partir de ciertas repeticiones y con ritmo sostenido, la Kihon resulta ser un buen ejercicio físico. Se trabaja:
- el cardio,
- la respiración,
- la elasticidad con las patadas o si se mantiene una posición baja de cuerpo,
- la propiocepción al centrarse en pulir la técnica (cambios de peso, mantener su centro, no bajar las manos al patear, etc.),
- la eficiencia física, sobre todo cuando el número de repeticiones es elevado ya que, para mantener una técnica correcta con el cansancio físico, se ahorran gestos y tensiones inútiles
Finalmente, es una buena practica para la mente. Primero por la concentración mantenida para pulir la técnica y visualizando la situación (el ataque recibido que defendemos y luego dónde contratacamos). Luego, con el cansancio físico y mental, podríamos considerar que uno entra en un estado meditativo para seguir con el ejercicio: no importa nada más que el bloqueo o contrataque que estamos ejecutando aquí y ahora. Parte de este “proceso meditativo” es también la conciencia y control del dialogo interior que se manifiesta cuando el cuerpo está cansado, en medio de una larga serie de repeticiones en bucle. A menudo los alumnos saltan algunas repeticiones para descansar, pero no porque son físicamente incapaces de mantener el ritmo sino más bien por hacerle caso a su “voz interna” que justifica de mil maneras que deberíamos descansar. Pero, en la mayoría de los casos, podríamos – físicamente – seguir sin problema. Nos auto limitamos. Este “espacio interno” en nuestra mente durante las 1.000 Kihon es un buen terreno de entrenamiento para la fortaleza mental. De hecho, igual que el espíritu de “defensa y ofensa”, estamos repitiendo patrones mentales, que también se van interiorizando y automatizando tal y cómo ocurre con las técnicas físicas.
Dicho esto, la Kihon sigue siendo solamente la base. Es esencial, pero no es más que los fundamentos sobre los cuales construimos nuestra condición física y mental, nuestras técnicas más avanzadas, para finalmente practicarlas con nuestros compañeros de entrenamiento o en ultima estancia, en una situación de defensa personal.
Como ves, practicar artes marciales tradicionales tiene muchos beneficios para tu vida. Pero no te quedes solo con las palabras, ven y compruébalo por ti mismo.
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