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Hace 26 años que empecé mi camino en el mundo de las Artes Marciales (tradicionales y no tan tradicionales) y de dicha afirmación podéis sacar únicamente la conclusión que tengo más de 26 años.
A fecha de hoy, aún recuerdo el primer día en Karate en el que las enseñanzas que recibí tenían una enorme carga de etiqueta (Reiho). Después de muchos años y de ver y conocer otros dojos de Karate Kyokushinkai puedo decir que fui extremadamente afortunado de que mis padres eligieran el dojo en el que me apuntaron. Para los que no lo conozcáis, el Karate Kyokushinkai no es un Arte Marcial tradicional como el Ninpo pero mi primer Sensei, quien viajaba a menudo a Japón, era de mentalidad tradicional japonesa y ponía la etiqueta por delante de todo.Gracias a eso, desde mis primeros años de vida se me han estado enseñando los valores y la etiqueta tradicionales y nunca he sido capaz de no entrenar por un periodo de tiempo largo. Después de esto sería fácil caer en la tentación de decir que debo toda mi devoción por las Artes Marciales a mi primer Sensei, una mujer con un modesto dojo en Fabra i Puig, pero no sería verdad y una tremenda falta de respeto a mis siguientes Senseis, uno de Karate y Jose Luis Sensei de Ninpo, quien siguieron guiándome por la senda marcial alimentando mis ganas de continuar el camino con la bandera de la etiqueta por encima de todo.
Gracias a mi actual Sensei, Jose Luis Sensei, he podido viajar a Japón y he vivido de primera mano la importancia de la etiqueta para los maestros tradicionales de Japón. Es por este motivo que hoy, me gustaría compartir con vosotros la siguiente frase que he oído entre muchos artistas marciales y la cual es pensamiento en el que es muy fácil errar:
“El Sensei de mi Sensei, es mi Sensei”.
La respuesta es NO, rotundamente NO (apoyado por la normativa de Genbukan)
Como toda normativa GNB, tiene una lógica y una explicación. Como seguramente sabéis, el camino no se camina en un, dos, dos, siete o treinta días. Por este motivo, aunque yo vaya a Japón cada año un mes a entrenar con nuestro Soke no le llamaré “Sensei” a no ser que sea su alumno directo. Esto tiene los siguientes motivos:
1- El más importante, porque sería una falta de etiqueta enorme hacia mi Sensei quien lleva más de diez años dedicando su tiempo a guiarme en el camino del Ninpo y al que, pase lo que pase, siempre le estaré agradecido por estos años de guía. Igual que lo estoy a los de Karate (a los que a día de hoy cuando veo por la calla aún llamo Sensei).
2- Porque sería un fracaso en la lucha para controlar y dominar el ego, ¿quién sino nos puede hacer pensar que el Sensei de nuestro Sensei, es nuestro Sensei?
3- Algo tan simple como para no saltarse la normativa internacional de Genbukan World Ninpo Bugei Federation, pues las normas están para cumplirlas.
He escrito este artículo después de un excelente Taikai en Japón y un maravilloso Shibu Kai en el que, precisamente por lo maravilloso que fue, es necesario ser consciente de que siempre hay cosas que pulir…pues el camino de las Artes Marciales Tradicionales es cíclico y consta en pulir, pulir, pulir, pulir…y pulir.
Estad siempre agradecidos a vuestros Senseis, a vuestros ukes y a vuestros alumnos ya que sin ellos no seríais lo que soys.
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